Juegos clásicos infantiles que no conocen los niños de hoy
Hoy te ayudamos a viajar en el tiempo, concretamente a tu infancia, para que recuerdos esos juegos clásicos infantiles que, desgraciadamente, casi ningún niño nacido en los últimos años conoce o ha jugado. Sin duda, todos estos juegos nos han brindado tardes y tardes de diversión con nuestros amigos. Aunque también han sido protagonistas en nuestros recreos del colegio.
Los 15 juegos clásicos infantiles que no conocen los niños de hoy
Además de repasar los juegos clásicos infantiles que las nuevas generaciones no conocen, puedes aprender algunos juegos para la clase de Educación Física con los que implementar nuevas técnicas y dinamizar un poco más tu asignatura.
Balón prisionero
Comenzamos nuestra lista de juegos clásicos infantiles con el balón prisionero, un juego tradicional que ha sido protagonista en muchos patios de colegios. Los niños deberán dividirse en dos equipos y situarse en un rectángulo grande (normalmente pista de baloncesto o fútbol), cada uno en una parte. Trata de darle con el balón a los rivales para que estos pasen a nuestro campo en la parte trasera. Podrán volver a su equipo si reciben el balón y consiguen darnos. Este juego también es conocido en algunos lugares como "El Mate".
Rayuela
La rayuela se comienza a ver cada vez más en los patios de los colegios y parques públicos, sobre todo porque es un juego que ayuda a los niños a desarrollar equilibrio, fuerza y coordinación. Para empezar tendrás que dibujar ocho cuadrados en el suelo con forma de avión, aunque cada uno tiene sus técnicas para hacerlo más o menos complicado. Ahora, hay que lanzar una piedra a cualquiera de sus cuadrados y cruzarlos todos a la pata coja sin pisar donde haya caído la piedra. Al llegar al final, habrá que regresar y recogerla del mismo modo.
La Liebre
Un juego muy parecido al escondite pero con extras. El que se la quedaba tenía que pillar a los rivales escondidos. Según iba alcanzando más, se iban agarrando de la mano mientras formaban una cadena que debía seguir persiguiendo al resto. Todo un reto de coordinación y resistencia.
Yoyó
Aunque pueda parecer solo un juego de niños, la realidad es que el yoyó se ha convertido en toda una disciplina que llega a celebrar campeonatos mundiales de gran repercusión. Ese "juguete" formado por dos discos con una ranura central en la que queda enrollada una cuerda funcionaba de tal forma que tenías que hacerlo subir y bajar con velocidad, incluso llegando a conseguir movimientos difíciles y extremos.
Polis y Cacos
Uno de los juegos clásicos infantiles preferidos en mi infancia. Formando dos equipos, unos serán policías y otros ladrones. Estos últimos deberán esconderse mientras los polis cuentan hasta 100 para comenzar la captura. Cuando pillen a un caco, este tendrá que ir a una zona que hayan delimitado los polis, la cárcel. Pero si otro caco le da una palmada quedarán libres. ¿Conseguirán los polis atrapar a todos los cacos?
Las 4 esquinas
Sin muchas diferencias con el juego de las 4 sillas, deberán crear 4 esquinas con un círculo hecho a tiza, un aro o cualquier material que haya a mano. Se forman 5 grupos de forma que uno quede en el centro y, a la señal, deberán cambiar de aro. El equipo que quede fuera será el que regrese al centro.
El conejo de la suerte
Otro de los juegos clásicos infantiles que deberían conocer los niños de hoy es este. Sentados todos en círculo de manera que quedan unidos por las manos con las palmas hacia arriba, tienen que cantar la siguiente canción y en cada palabra chocar con la mano derecha la palma derecha del niño de nuestra izquierda (o viceversa).
"El conejo de la suerte ha salido esta mañana a la hora de partir. Oh sí, ya está aquí, haciendo reverencias con cara de inocencia. Tú besarás al chico o a la chica que te guste más".
Peonza
Al igual que el yoyó, la peonza es otro de los juegos clásicos infantiles que los niños de hoy no conocen. Este objeto, normalmente de madera y con una punta redonda de metal, tiene enrollada una cuerda a su alrededor. De esta forma, el juego consiste en hacerla girar sobre sí misma tirándola fuerte desde arriba.
Chapas
Un juego entretenido para que dejen la videoconsola y los móviles son las chapas. Solo tienen que coleccionar los tapones de botellines para imitar carreras o partidos de fútbol. Todo es echarle imaginación, incluso pueden personalizarlas con colores o fotografías impresas que se pueden pegar.
Zapatilla por detrás
Sentados en círculo, un niño deberá colocar una zapatilla detrás de un compañero. Al acabar la canción, quien tenga la zapatilla tras de sí tendrá que correr a pillarlo antes de que se siente en su sitio. La canción es la siguiente:
"A la zapatilla por detrás, tris, tras. Ni la ves, ni la verás, tris, tras. Mirar para arriba, que caen judías. Mirar para abajo, que caen garbanzos. A callar, a callar, que el diablo va a pasar".
Tazos
Muy típico en los años noventa en España, sobre todo aquellos que eran de fútbol o de Pokémon, los tazos es otro de los juegos clásicos infantiles que ya no se lleva. En las bolsas de patatas, gusanitos y demás los encontrábamos y nos dedicábamos a coleccionarlos e intercambiarlos en el colegio con nuestros compañeros. Consiste en colocar una torre con muchos tazos y lanzar uno para derribarla. Los que se dieran la vuelta, te los quedabas.
Goma
Para juegos que requieran menos participantes, la goma elástica era uno de los favoritos. Entre dos jugadores se colocaba la goma extendida entre nuestras piernas mientras cantábamos y marcábamos un objetivo: pisar, saltar, enredar... Si lo hacías mal, te tocaba sujetar la goma.
El pañuelo
Otro clásico que no conocen los niños de hoy en día. Divididos en dos equipos, cada participante tendrá un número asignado. Entre ambos equipos se sitúa una persona que será la encargada de gritar un número al azar para que los correspondientes niños salgan corriendo a por el pañuelo. Quien lo coja, tendrá que regresar rápido a su equipo mientras que el rival tendrá que atraparlo.
Gallinita ciega
Otro de los mejores juegos clásicos infantiles que ya no se juega en los colegios. Tenías que vendar los ojos a un jugador mientras cantábamos la canción y daba vueltas sobre sí mismo. Al terminar, tenía que avanzar con los ojos vendados, tocar a los jugadores y adivinar quién es.
"Gallinita ciega, ¿qué se te ha perdido?. Una aguja y un dedal, da tres vuelticas y los encontrarás".
Canicas
Para cerrar nuestra lista de los juegos clásicos infantiles que los niños de hoy no conocen, no podemos olvidarnos de las canicas. Todo el mundo tenía decenas de bolitas de vidrio pequeñas con las que teníamos que introducirlas en un agujero en el centro.
Otros juegos imprescindibles para niños y niñas
Además de enseñarles los juegos clásicos infantiles que nosotros hemos disfrutado en nuestra infancia, también puedes aprender alguno de los mejores juegos de inteligencia emocional para empezar a trabajar esta capacidad que será tan importante en su desarrollo personal y cognitivo.
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